No podemos dejar de agradecer a los mecánicos que tuvieron una infinita paciencia, no solo en arreglar y dejar diez puntos a Ernesto sino que también nos aguantaron con las insólitas preguntas y las ganas de aprender.
Con el doctor Luis |
Con el cirujano Tota |
Con el neurólogo Martín |
Con el Manosanta Pablo |
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